La concepción del género ha cambiado mucho con el tiempo en muchos países, entre ellos Alemania. Esto se refleja, entre otras cosas, en el hecho de que ahora hay tres opciones diferentes en los papeles de nacimiento: masculino, femenino y diverso.
Esto último significa que el niño tiene un sexo diferente. No obstante, por regla general, tras el nacimiento se inscribe "varón" (o niño) o "hembra" (o niña). Sin embargo, también hay casos en los que exactamente esto no es posible. Si el sexo del niño no es reconocible porque, por ejemplo, faltan los caracteres sexuales biológicos (o ambos están presentes), la cruz en la "entrada de sexo" se omite al principio o se pone directamente "diverso".
Las personas intersexuales y el género: comparación entre el pasado y el presente
También aquí han cambiado muchas cosas con el tiempo. Llama la atención, por ejemplo, que los niños intersexuales ya no se operan tan rápidamente como antes.
En aquella época, se decidía si el niño tenía "más probabilidades de ser niño" o "más probabilidades de ser niña" en función de las características sexuales más marcadas y se hacían las adaptaciones oportunas. Mucho ha cambiado desde entonces. Entre otras cosas, porque en muchos casos esas operaciones acarreaban secuelas y tenían una influencia duradera (y a menudo negativa) en el futuro de las personas. Hoy en día, lo ideal sería que las personas intersexuales tuvieran siempre la oportunidad de elegir el género con el que se identifican, si así lo desean. Por supuesto, paralelamente, también son libres de elegir la entrada de género "diverso".
¿Cómo se puede cambiar de sexo?
Un cambio en la entrada de género la realiza el Registro Civil. Pero: para solicitarlo, necesitas un certificado de un médico o una declaración jurada en la que conste que realmente eres intersexual.
Para ofrecer el mejor apoyo posible a los afectados, la norma en Alemania es que la inscripción independiente del cambio de sexo no tiene que hacerse hasta los 14 años. Hasta ese momento, los padres (o el tribunal de familia) son las personas de contacto a la hora de determinar el "sexo sobre el papel".
Por supuesto, las personas transexuales también pueden cambiar de sexo.
No sólo las personas intersexuales pueden cambiar su sexo. También los transexuales tienen las posibilidades correspondientes. Actualmente, la vigente Ley de Transexualidad (TSG) les dificulta esa posibilidad. El cambio de género va precedido de varios exámenes físicos y psicológicos, pero también de entrevistas íntimas. Además, los transexuales tienen que correr ellos mismos con muchos de los gastos del procedimiento.
Entretanto, en el marco de varias CDS también aumentan los llamamientos para que se suprima la ETG. Los críticos temen que los afectados puedan arrepentirse del cambio de sexo sin un largo procedimiento. Otros argumentan que se trata de una "tendencia" y que, de todos modos, de facto no hay más que dos géneros.
Entradas de género, exámenes y asesoramiento: ¿quién puede ayudar?
Quienes se han dado cuenta de que no pertenecen a ninguno de los dos géneros clásicos suelen plantearse muchas preguntas. Hay varios servicios de apoyo en línea que pueden ayudar a los afectados. Un punto de contacto especialmente importante es la Agencia Federal contra la Discriminación.
En el caso de cuestiones médicas, el médico de cabecera puede ayudar, al menos en el primer paso. Si nota que se siente psicológicamente abrumado por la situación general, no debe dudar en ponerse en contacto con un psicólogo. Mientras tanto, muchos se han centrado en el área del género o las identidades de género, en parte debido a la gran demanda.
Hoy en día se le presta mucha atención, por lo que cada vez se habla más de ello. En algunos lugares creo que ya es demasiado.